La anorexia entre los hombres es minoritaria (apenas un 10% de los casos) y pasa más inadvertida que entre las mujeres (niñas, adolescentes, jóvenes, fundamentalmente). Pero a pesar de haber sido un trastorno ignorado durante años, no solo existe; sino que tiene sus particularidades respecto a las chicas. Por ejemplo, destaca la proporción de homosexuales, que es superior entre los pacientes varones. También hay diferencias en las estrategias empleadas para perder peso por las víctimas de esta disfunción de la conducta alimentaria: en lugar (o además) de recurrir a prácticas como los vómitos, ellos tienden a desarrollar otros comportamientos como la obsesión por el ejercicio. E incluso hay más casos de comportamientos cruzados con la depresión y el abuso de drogas.